domingo, 3 de abril de 2011

POR EL BIENESTAR DE LOS ABUELOS

Un gobierno mide su calidad por la forma y la manera en que se hace cargo de sus integrantes más débiles y necesitados. El actual gobierno municipal no se involucra con nuestros adultos mayores, quienes, al final de su vida, por innumerables razones, necesitan cuidados especiales, atención individualizada y supervisión en las tareas cotidianas.

En muchos casos, los familiares no pueden afrontar estos cuidados y recurren a instituciones que brindan estos servicios, en forma privada. Con esto, surgen algunas preguntas: ¿Atienden a nuestros adultos mayores con la seriedad, responsabilidad e idoneidad que semejante tarea merece? ¿El personal que los atiende está especializado y tiene el equilibrio emocional que es necesario para tratar con ancianos en condiciones precarias de memoria, atención y alteración en el manejo de sus necesidades fisiológicas naturales? ¿Se les brinda el cariño, el trato y la contención que necesitan? En realidad no lo sabemos porque no existe un control serio, profundo, exhaustivo de estos establecimientos  por parte del Estado Municipal.

Esta científicamente comprobado que se ha ampliado la expectativa de vida de los seres humanos por el modo y forma de vida, debido a las mayores comodidades y los avances de la medicina y la ciencia. Ahora las personas envejecen y viven más tiempo, pero parece que no estamos preparados como sociedad para albergarlos como se lo merecen nuestros padres y abuelos. La dinámica familiar aún no ha logrado equilibrar la convivencia de varias generaciones y la asistencia mutua en el diario devenir de la vida. Cuando la demanda de cuidados, atención y control es importante, estas instituciones (geriátricos) son la solución en muchos casos.

El Estado Municipal debe implementar programas de control, con agentes especializados, que se encarguen de que los geriátricos funcionen garantizando la dignidad de los adultos mayores. Envejecer es un derecho ganado para la humanidad, con el que aún no hemos establecido los deberes pertinentes.

Atento a que la Ley 9847 y decreto reglamentario establece que se podrá requerir el auxilio de las autoridades municipales para supervisar e inspeccionar los centros de día para la tercera edad, me comprometo a suscribir un convenio con el Ministerio de Salud para que la Municipalidad de la ciudad de Santa Fe ejerza un directo y estricto control sobre los citados centros. Es patético que se especule sobre la atención  médica y el cuidado de nuestros adultos mayores.

Es posible mencionar ciertos vacíos o lagunas de las normas legales vigentes,  por ejemplo:
  • No precisan que es una “cama”. En la realidad, se ven de todo tipo de tamaño, no se especifica las características  del colchón adecuado para la internación de estos pacientes, qué condiciones  del juego de sábanas son las más adecuadas, y el modo en que estas son provistas.
  • No se solicita al personal que se desempeña en estos centros de salud la libreta sanitaria, impidiendo cumplir una  premisa fundamental de la medicina preventiva, como es la de detectar  posibles portadores sanos capaces de contagiar poblaciones de riesgo como son los ancianos.
  • No existe capacitación  en manipulación y el buen uso de matafuegos, simulacros de incendios, evacuación y posterior atención de los enfermos en distintos efectores para continuar la correcta atención, en especial con los pacientes críticos.

Conocemos si estos efectores privados  funcionan  con la habilitación y autorización pertinente, o  lo hacen en carácter de “clandestino”. En la medida en que el Estado habilite optimas condiciones en los geriátricos, como sucede en otros países más avanzados, se convierten en alternativa de vida para esa nueva etapa de las personas, y no como sucede en nuestra realidad, en donde el geriátrico esta relacionado con la culpa por pseudo abandono, dolor por no poder cuidarlos y la sensación de que se los deja. No se trata de suplir a la familia,sino de colaborar en que sus ultimos años sean mejores,… nos han dado todo…nos toca cuidarlos,quererlos y respetarlos como las personas que significan nuestras raices,y nuestro espejo . En muchos casos, nos devuelven una imagen  muy triste de nosotros mismos, como seres que ya ni se acuerdan de sus abuelos., y que no los tienen en cuenta en sus proyectos. Ser viejo,tambien es un derecho.

Está en manos del Estado, revertir esta imagen y otorgarle otro sentido de utilidad y respeto a estas instituciones.
Ese es mi compromiso.



3 comentarios:

  1. N.Rodriguez - Nolo.3 de abril de 2011, 19:30

    Hay una premisa que orienta el compromiso del compañero Wagner que lo distingue entre los demás candidatos, la podria resumir parafraseando al líder de la paz M.Gandhi cuando decía "Para ser exitosos no es necesario hacer cosas extraordinarias, hagamos cosas ordinarias extraordinariamente bien".

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  2. Creo que a lo que plantea Wagner hay que prestarle atención y estoy de acuerdo contigo N.Rodriguez cuando citas a Gandhi para hacer referencia al compromiso de este candidato

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  3. ¡Muchas gracias por el apoyo! Leí todos los planteos y propuestas que me hicieron en lo que va desde el nacimiento de este blog. Todo sirve y va a ser tenido en cuenta.
    Los saludo cordialmente y les propongo que pregunten y que se sientan libres de opinar lo que quieran en este espacio.

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